Guía v5/Guadalinex, la distribución andaluza
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Guadalinex, la distribución andaluza
Desde el año 2003 la Junta de Andalucía promueve el desarrollo de Guadalinex, una distribución de software libre basada en GNU/Linux, Debian/Ubuntu y GNOME. Todos estos elementos se combinan para dar forma a un sistema operativo y una colección de aplicaciones pensadas para diversos ámbitos de la sociedad andaluza.
Pero la distribución es sólo una parte del proyecto. Guadalinex no se entendería sin su implantación progresiva en los ámbitos públicos gestionados por la Junta, sin su difusión entre la ciudadanía o sus programas de formación especialmente enfocados a quienes van a utilizar esta distribución regularmente.
Y alguien se podría preguntar: ¿por qué un gobierno autonómico destina recursos al desarrollo e implantación de software libre?
De hecho esta pregunta seguramente ha sido formulada varias veces en Andalucía, y seguramente también en Extremadura, Brasil y demás lugares donde el software libre ha recibido un claro apoyo político e institucional. Veamos los motivos.
Al principio fue ADALA
Era el año 2001 y Andalucía iniciaba una odisea especial, aunque para la inmensa mayoría de andaluces ese fuera un año como otro. Por alguna razón que habrá que explorar, una reducida (pero notable para aquellos tiempos) concentración de usuarios y desarrolladores de software libre fueron encontrándose en ambas riberas del Guadalquivir. Eran unos grupúsculos en formación lo suficientemente incentivados como para liarla. Y la liaron.
La primera cristalización de este movimiento se produjo con la constitución de la Asociación para la Difusión y el Avance del Software Libre de Andalucía (ADALA) [1] (http://adala.org). Cinco linuxeros convencidos firmaron acta de constitución el 1 de marzo del 2001 en la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, cuyos pasillos fueron una de las primeras y principales canteras del software libre andaluz.
En octubre de ese año ADALA tendría su primera puesta de largo en la organización de la I Jornada de Software Libre de Andalucía, celebrada en la mencionada ESI. Representantes cercanos del proyecto GNU, Debian, GNOME, KDE, Hispalinux... intercambiaron impresiones y experiencias. Era patente la necesidad de un asalto de las catacumbas y las facultades universitarias a las instituciones públicas y el mundo empresarial. El Plan de Dominación Mundial del software libre (el que es broma pero no es broma) debía tener en Andalucía una de sus palestras. ADALA ha seguido celebrando su jornada hasta la actualidad, llevando cinco ediciones organizadas [2] (http://jornadas.adala.org/).
El primer resultado concreto de la implicación andaluza en la comunidad internacional del software libre fue la organización en abril del 2002 de la tercera edición de la GUADEC, el encuentro de desarrolladores del escritorio libre GNOME. Colaboraron en su organización ADALA, GNOME Hispano y la asociación española de usuarios de GNU/Linux Hispalinux [3] (http://hispalinux.org). 300 participantes sin fronteras reunidos en Sevilla. Éxito, moral alta y ganas de hacer más cosas.
Esta dinámica y esta inercia desembocaría en un informe presentado a la Consejería de la Presidencia de la Junta en septiembre del 2002, recomendando el uso, adopción y promoción del software libre por parte de las instituciones públicas andaluzas. El informe cayó en un terreno que por razones que habrá que explorar ya estaba abonado. Su discursos y sus propuestas fueron a nutrir el discurso y las propuestas que se estaban cocinando precisamente en esa Consejería, y que llevarían poco más tarde a los pasos políticos dados hasta llegar a la inauguración del proyecto Guadalinex.
Apoyo político al software libre
Por casualidades de la vida o no, en una de las secretarías de la Junta de Andalucía un puñado de usuarios de GNU/Linux ostentaban cargos y responsabilidades. Se trataba precisamente de la Secretaría General para la Sociedad de la Información, perteneciente a la Consejería de la Presidencia. Es decir, la oficina más adecuada para iniciar un impulso institucional al software libre en Andalucía, por competencias y por posicionamiento en la estructura de la Junta. Esta secretaría estaba en aquellas fechas bastante concentrada en el redactado de una propuesta de decreto de Medidas de Impulso de la Sociedad del Conocimiento en Andalucía.
Uno de los elementos imprescindibles de esta propuesta era la promoción del software libre. Dicha promoción ya había sido aprobada por unanimidad en el Parlamento de Andalucía, mediante una proposición no de ley presentada por el Grupo Socialista el 12 de diciembre del 2002. Cabe decir que la exposición de dicha proposición no de ley y las intervenciones de los representantes de la oposición en la cámara andaluza (grupos Popular, Izquierda Unida - Los Verdes - Convocatoria por Andalucía, Andalucista y Grupo Mixto) conformaron una sesión histórica con una profundidad y solidez de argumentos que no se había producido anteriormente en ningún foro institucional español. Más sobre esta sesión en el Diario de Sesiones número 100 del año 2002, página 6356 y siguientes. De lectura recomendada.
Con tan preclaros argumentos favorables expuestos desde varias posturas políticas, casi no se explica cómo no llegaron a fructificar propuestas similares presentadas más adelante en otras cámaras con composiciones parlamentarias similares. Los amantes del conspiracionismo se deleitarían en pensar que a la industria del software propietario la unanimidad andaluza le pilló por sorpresa, pero que a partir de esta propuesta aprobada pondrían en funcionamiento su maquinaria de relaciones públicas. Para refrendar estas teorías no faltarían en los meses y años siguientes viajes sorpresa de Bill Gates al territorio español y el inicio de una ola de presuntos informes objetivos desfavorables al uso de GNU/Linux lanzados por varias consultorías y medios presuntamente independientes (desmontados argumento a argumento por la comunidad del software libre). Pero el caso es que tras el paso político, Andalucía ya era territorio abonado para la implantación del software libre con apoyo institucional
El 18 de marzo siguiente el Parlamento de Andalucía confirmaba el paso previo dado en diciembre aprobando el Decreto 72/2003 de Medidas de Impulso de la Sociedad del Conocimiento en Andalucía, con un artículo 31 breve pero contundente:
Artículo 31. Software libre.
1. En las adquisiciones de equipamiento informático destinado a los centros docentes públicos para su uso en actividades educativas, se exigirá que todo el hardware sea compatible con sistemas operativos basados en software libre. Los ordenadores tendrán preinstalado todo el software libre necesario para el uso específico al que estén destinados.
2. El equipamiento informático que la Administración de la Junta de Andalucía ponga a disposición en los centros de acceso público a Internet utilizará para su funcionamiento productos de software libre.
3. La Administración de la Junta de Andalucía fomentará la difusión y utilización orientadas al uso personal, doméstico y educativo de software libre debidamente garantizado. A tal fin se establecerá un servicio de asesoramiento a través de Internet para la instalación y uso de este tipo de productos.
Estos tres artículos significaban la puerta abierta y el apoyo legislativo a lo que poco después sería el proyecto Guadalinex y el resto de iniciativas de apoyo al software libre desarrolladas por la Junta de Andalucía.
Las múltiples caras de Guadalinex
En la actualidad el proyecto Guadalinex está siendo impulsado desde la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa (CICE), que fue creada como consecuencia del mencionado decreto mediante la fusión de varías secretarías, siendo una de ellas la que había impulsado los posicionamientos de la Junta a favor del software libre. La CICE tiene un rol de liderazgo servil en el desarrollo de Guadalinex. Liderazgo porque es quien toma las decisiones estratégicas que afectan al desarrollo de la distribución GNU/Linux, base del proyecto. Servil porque su función es la de hacer útil esta distribución y su soporte asociado a las consejerías de la Junta que deseen participar en el proyecto, así como otras instituciones andaluzas que se sumen a la iniciativa, más los propios usuarios ciudadanos.
La ejecución del desarrollo de la distribución Guadalinex y su portal de apoyo se canalizó desde el principio a través de la empresa pública Sociedad Andaluza para el Desarrollo de la Sociedad de la Información (SADESI). Ésta tiene un equipo propio destinado tanto a coordinar las tareas de desarrollo como el mantenimiento de la web, con frecuencia a través de contratos a empresas mediante concurso. De esta manera, casi todas las empresas andaluzas especializadas en software libre han participado de una forma u otra en algún aspecto relacionado con Guadalinex.
El resultado de este trabajo es la Guadalinex base, actualmente en su tercera versión, conocida también durante este tiempo como Guadalinex Ciudadano. Ésta es la versión que analizamos en la presente Guía.
Aparte, hay otras versiones desarrolladas a partir de la distribución base que son coordinadas desde otros ámbitos de la administración andaluza:
- And@red [4] (http://www.juntadeandalucia.es/averroes/~andared3/tic/) es el Plan Educativo para el impulso de la Sociedad del Conocimiento en Andalucía coordinado desde la Consejería de Educación a través de Averroes [5] (http://www.juntadeandalucia.es/averroes/), la Red Telemática Educativa de Andalucía. Su principal resultado práctico son unos 500 centros escolares adscritos, sumando un parque de unos 200.000 ordenadores equipados exclusivamente con software libre ofrecido con Guadalinex. Esta estadística, incrementada con cada curso escolar y cada nueva adquisición de hardware, lleva este proyecto andaluz a posiciones destacadas del ranking mundial de grandes instalaciones de software libre.
- Guadalinfo [6] (http://www.guadalinfo.net/) es una red de centros públicos de acceso a Internet en poblaciones con menos de 10.000 habitantes. El proyecto parte de un programa europeo, es financiado por la CICE y su implantación depende los ayuntamientos participantes a través de la disputaciones provinciales.
- Los Centros de Día de Personas Mayores, dependientes de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, tienen un programa de equipamiento progresivo con ordenadores con Guadalinex instalado, utilizados para la formación y ocio de las generaciones más veteranas de Andalucía. Se han incorporado a este plan las Residencias Públicas de Personas Mayores.
- Las Bibliotecas Públicas de la Junta de Andalucía, dependientes de la Consejería de Cultura, también han iniciado el proceso de instalación de Guadalinex en los puestos para acceso público a Internet.
- El Instituto Andaluz de la Mujer está suministrando a las Asociaciones de Mujeres equipos con Guadalinex y tiene montado un plan de formación a través de los Centros Guadalinfo.
- A lo largo del 2006 está previsto que se sumen las dependencias administrativas de la propia Junta para iniciar el largo camino de migración de las infraestructuras informáticas del gobierno andaluz a software libre, por supuesto basado en Guadalinex.
- Y además cabe contabilizar los ¿miles? de ciudadanos que por propia iniciativa han instalado la distribución andaluza en sus ordenadores.
Todo esto nos da una cierta idea de las múltiples versiones, caras y facetas del proyecto Guadalinex, y de su impacto en la sociedad andaluza. Es complicado calcular estadísticas sobre esta base y no hay estimaciones oficiales sobre el grado de penetración de Guadalinex, aunque las cifras vienen marcadas sobretodo por la presencia escolar.
En cualquier caso estamos hablando de uno de los mayores y más poblados territorios del mundo cubiertos por un único proyecto de software libre. Hecho que es tan conocido en términos generales por la comunidad internacional GNU/Linux como desconocido en términos generales por los propios ciudadanos andaluces, que se pierden la oportunidad de presumir de un precedente mundial que muchos otros quisieran para sí.
El Observatorio de Software Educativo Libre [7] (http://observatorio.ofset.org/guadalinex.html) ofrece una interesante cronología de proyecto Guadalinex e información añadida sobre las múltiples versiones resumidas aquí.
LinEX, Ubuntu y demás aliados
Guadalinex nació de hecho bautizada como Guadalinux, denominación que llegó a verse materializada en la primera versión de pruebas planchada en un CD. Poco después cambiaría la última u por una e de Extremadura. Este cambio fue posiblemente el paso de acercamiento más visible dado por la Junta de Andalucía hacia la construcción de un proyecto conjunto con la vecina Junta de Extremadura.
Ésta iba dando unos pasos institucionales igualmente decididos hacia la implantación del software libre, también favorecidos por el terreno abonado por extremeños usuarios de GNU/Linux con presencia y acción en el gobierno autonómico. Al tratarse de una comunidad más reducida, su margen y velocidad de maniobra fue mayor. Y se incrementó aún más con la apuesta política hecha desde la propia presidencia de la comunidad, quien vio en el software libre no sólo una fuente de reducción de costes informáticos y una filosofía acorde con su linea política, sino también y sobretodo una oportunidad para promover Extremadura a nivel internacional. Carta que hasta la fecha de hoy han jugado de forma excepcional a través del buque insignia LinEx, más recientemente GNULiNex [8] (http://www.linex.org/).
La colaboración entre Extremadura y Andalucía en materia de software libre se firmó pocos días antes de que el decreto andaluz fuese aprobado definitivamente. El 11 de marzo de 2003 ambas administraciones acordaron mediante un “Protocolo General de Cooperación en materia de Software Libre y de LinEx en particular” [9] (http://www.juntadeandalucia.es/averroes/actualidad/andared/protocolo.php3) el iniciar una andadura paralela en la que se comprometían a colaborar.
El ánimo político plasmado en papel se correspondería con una estrecha colaboración técnica que llevaría a ambos proyectos a compartir una misma base de software, las mismas aplicaciones mantenidas en un mismo repositorio y por un único equipo de control de calidad. La realidad del día a día fue algo más compleja. Equipos diferentes, estrategias diferentes y filosofías de trabajo diferentes hicieron que la colaboración teórica se concretara en pocos ejemplos prácticos a nivel de desarrollo. Aun así, la voluntad política de colaboración se mantuvo y generó otros frutos, como la co-organización de la Conferencia Internacional de Software Libre [10] (http://www.opensourceworldconference.com/).
El proyecto de compartición de una misma base de software y un mismo repositorio empezó a torcerse el verano del 2004. GNULinEx se interesó por la tecnología Componentized Linux desarollada por Progeny [11] (http://progeny.com/) e invitó a su fundador Ian Murdock a Extremadura. Tras unos fructíferos contactos GNULinex decidió utilizar Componentized Linux, lo que conllevó decisiones de calado técnico como el uso de un instalador diferente y un repositorio que no garantizaba una compatibilidad automática con los repositorios de Debian. Este paso desplazaba a GNULinEx de la senda original de Debian, sin salir de ella.
El torcimiento se aproximó a la ruptura cuando Guadalinex publicó un informe favorable a la adopción de Ubuntu como distribución base [12] (http://www.guadalinex.org/guadapedia/index.php/Ubuntu), desplazándose también de la senda original de Debian sin salir de ella. Guadalinex se basaba en Debian y si se pasaba a la hija aventajada Ubuntu su repositorio tampoco garantizaría una compatibilidad automática con los repositorios de Debian. En la primavera del 2005 Mark Shuttleworth fue recibido en Sevilla en calidad de representante de la comunidad Ubuntu y la empresa Canonical, oficializándose una colaboración entre Guadalinex y la que ya era la distribución de moda a nivel internacional.
Con estos pasos GNULinEx y Guadalinex se alejaban un poco del epicentro Debian que les había servido de base de potencial colaboración. Cada una mantenía la posibilidad de establecer una pasarela de contacto con la madre Debian, pero las direcciones tomadas por ambos proyectos eran técnicamente opuestas, imposibilitando esa base común y esa compartición de repositorios. Aunque inicialmente este tema levantó cierto revuelo en el mundillo del software libre, poco a poco se ha ido imponiendo la evidencia de que la colaboración en proyectos de software libre se puede establecer a múltiples niveles, y que las diferencias tecnológicas son conciliables cuando hay voluntad conciliadora detrás. Andalucía y Extremadura siguen con su pacto de colaboración, que está siendo fuente de inspiración primaria a un pacto más amplio de colaboración entre comunidades autónomas.
Las principales razones que llevaron a Guadalinex a decantarse por Ubuntu como distribución base fueron:
- Ahorro de trabajo en la estabilización y creación de paquetes de aplicaciones.
- Base común de usuarios mucho más amplia y, por lo tanto, más eficiente en la detección y resolución de problemas.
- Actualizaciones de seguridad desarrolladas por Ubuntu, de las que Guadalinex se podría beneficiar automáticamente.
- Lobby de presión común ante fabricantes de hardware para la liberación de drivers y especificaciones.
El resultado de esta colaboración han sido las versiones v3 de Guadalinex, la versión v4 y, actualmente, la versión v5, productos sólidos y preparados para ser masivamente utilizados en Andalucía.
La CICE ha promovido el contacto de Guadalinex con otros proyectos similares, especialmente con otras Comunidades Autónomas del Estado Español. Uno de los acercamientos más claros ha sido el realizado con la comunidad vecina de Castilla-La Mancha, la cual tiene en marcha otro decidido proyecto institucional de apoyo e implantación de software libre bajo la bandera de la distribución MoLinux [13] (http://www.molinux.info/). Dicha distribución empezó basándose en la misma tecnología Progeny Componentized Linux que GNULinEx pero en sus últimas versiones también ha dado el salto a Ubuntu como distribución base.
Apoyar el medio sin olvidar el fin
La Junta de Andalucía ha dejado siempre claro que Guadalinex es su principal proyecto de promoción del software libre pero no el único. El desarrollo de Guadalinex se seguirá realizando, dicen, mientras la denominada Sociedad de la Información no esté lo suficientemente madura en Andalucía como para que dicho proyecto pueda emanciparse y ser llevado a cabo por su propia comunidad.
Mientras tanto, en estos tres años una tendencia se ha ido mostrando claramente: la cada vez mayor facilidad de obtener una distribución GNU/Linux personalizada según las propias necesidades. Tareas que hasta hace no mucho requerían varios días de trabajo especializado ahora se desarrollan de forma prácticamente automática gracias a los avances hechos en la gestión de distribuciones derivadas, disciplina en la que Ubuntu está marcando la pauta. Esta tendencia lleva a las administraciones públicas a otros terrenos del software libre más desatendidos y que requieren una mayor dedicación: soporte al desarrollo de funcionalidades no cubiertas, documentación, traducción...
Al mismo tiempo que cocinaba la aproximación a Ubuntu, la CICE hizo público un plan de liberación progresiva de todo el software propietario encargado por la Junta de Andalucía y del cual tuviera plenos derechos [14] (http://www.guadalinex.org/modules/news/article.php?storyid=122). Este plan se iniciaba con un inventariado del software propiedad de la Junta para su posterior análisis: programas en uso o caducados, programas con plena propiedad de la Junta o restricciones de licencia, etc.
Este paso de la Junta de Andalucía es tan innovador y atrevido como el que dio en su día apostando por una distribución GNU/Linux propia. Dependiendo de la velocidad, decisión y presupuesto destinado, este programa de liberación de programas podría convertirse en otra referencia internacional. La diferencia está en que esta vez la aportación andaluza a la creciente comunidad de software libre sería mucho mayor.
Veremos cómo se concretan estos pasos a corto plazo.
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