Guia v5/Creación y gestión de archivos
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Creación y gestión de archivos
En el anterior apartado hemos visto cómo movernos por nuestro ordenador clic a clic. El objetivo de dicho movimiento es ponerse a trabajar con las aplicaciones y archivos con los que queremos obtener algún provecho o simplemente pasar un buen rato. El acceso a las aplicaciones se realiza mediante su propio menú.
Por lo que respecta a las aplicaciones, una vez encontradas (generalmente en el menú de Aplicaciones) sólo nos queda clicarlas y ponernos a trabajar con ellas. Por defecto estas aplicaciones residen fuera de las carpetas personales de los usuarios (fuera del directorio /home) y a menos que sepamos lo que nos llevamos entre manos es mejor no tocarlas ni moverlas de sus directorios residentes. Algunas de estas aplicaciones manejan datos que generamos con ellas en archivos ocultos que sí se encuentran en nuestra Carpeta personal pero que, igualmente, es preferible no tocar si no es con sabiduría en nuestros dedos.
Por tanto, vamos a centrarnos aquí en el manejo de archivos, tarea que sí está completamente en nuestras manos y sí conviene saber manejar aunque sea a nivel elemental.
La maravillosa tecla derecha del ratón
Antes de proseguir es necesario dejar clara una cosa: con GNOME la tecla derecha del ratón es tan útil como la izquierda (y viceversa para los zurdos). Si la tecla izquierda nos sirve para seleccionar elementos y activarlos, la derecha nos despliega un Menú contextual que ofrece las posibles acciones que podemos iniciar a partir del elemento que estemos señalando con el puntero del ratón: un archivo, una aplicación, una carpeta, el fondo del escritorio, un elemento del panel...
La mayoría de aplicaciones incluyen la funcionalidad de menú contextual, por lo que incluso trabajando con un navegador de Internet, un editor de imágenes, un maquetador de documentos, etc, las vías más rápidas y cómodas para desarrollar acciones pasan generalmente por pulsar la tecla derecha del ratón.
Con el puntero encima de un archivo las opciones por defecto que podemos realizar son:
- Abrir con <nombre de aplicación>, abre la aplicación por defecto que tengamos asignada para ese tipo de archivo, y además con las otras aplicaciones que el sistema sepa que pueden trabajar con él. Por ejemplo, una imagen con formato PNG puede ser abierta con el visor de imágenes gThumb, pero opcionalmente nos puede interesar abrirla con el navegador Mozilla Firefox o el editor de imagen The Gimp. El menú contextual ofrece todas estas opciones, y también nos permite añadir más aplicaciones relacionadas con archivos de esta extensión (en este caso .png) y decidir cuál es la que deseamos tener por defecto.
- Cortar, permite seleccionar el archivo para ser borrado de ese directorio y movido a otro lugar, manteniéndolo en el portapapeles (clipboard en inglés).
- Copiar, posibilita seleccionar el archivo para ser movido a otro lugar, manteniendo una copia en la actual carpeta.
- Pegar, es una opción sólo activa cuando tenemos un elemento copiado en el portapapeles, si la seleccionamos el archivo cortado o copiado aterrizará en la nueva carpeta que estemos señalando con el puntero.
- Crear un enlace, genera un icono identificado como enlace gracias a una flechita añadida que podemos ubicar en el escritorio o donde nos parezca para crear un acceso directo a ese archivo.
- Renombrar, se usa para modificar el nombre del archivo.
- Mover a la papelera, para borrar el archivo pero manteniéndolo en la Papelera por si acaso debemos recurrir a él en un futuro.
- Estirar icono, es una opción disponible para los archivos y accesos directos ubicados en el Escritorio y nos permite incrementar o disminuir el tamaño del icono respectivo, para tenerlo más o menos a la vista y poder organizar el espacio de nuestra pantalla inicial con más flexibilidad.
- Restablecer el tamaño original del icono, nos permite dar vuelta atrás a la anterior acción. Muy útil si nos encontramos a las puertas del caos visual de nuestro escritorio.
- Crear archivador, se utiliza para generar un archivo comprimido (tar.gz, zip...) con el material seleccionado.
- Propiedades, abre el diálogo de opciones de configuración del archivo que analizamos más adelante en este mismo apartado.
Muchas de estas acciones están disponibles seleccionando múltiples archivos y clicando entonces la tecla derecha del ratón. Por ejemplo, si queremos crear un archivo comprimido conteniendo varias imágenes sólo tenemos que seleccionarlas, darle a la techa derecha y clicar en Crear archivador.
Podemos seleccionar varios elementos rodeándolos mientras presionamos y arrastramos el puntero del ratón o bien clicando simultáneamiente el primer y último elemento de la selección con el puntero del ratón mientras mantenemos pulsada la tecla Mayúscula-Shift. Otra opción de selección consiste en clicar uno a uno los elementos mientras mantenemos la tecla Ctrl pulsada. El primer sistema es más práctico cuando los elementos a seleccionar están situados consecutivamente, mientras que el segundo va mejor si los elementos están dispersos por la carpeta o escritorio. Nótese que sólo es necesario clicar una vez cada elemento, ya que el doble clic está reservado para accionar el elemento, abriendo el archivo, la carpeta, etc.
Organizando nuestra Carpeta personal
Las acciones previamente descritas pueden aplicarse sobre nuestros archivos. Y para crear éstos o modificarlos, la vía recomendada es abrir la aplicación que deseemos utilizar para obtener ese archivo (un procesador de textos, una hoja de cálculo, una grabadora de sonido...) que al final contendrá aquéllo que queremos crear.
Es muy posible que nuestra carpeta personal no tenga un solo fichero a la vista el día de su estreno, y que en nuestro escritorio no haya más que unos pocos enlaces a carpetas y aplicaciones seleccionadas de fábrica.
RECOMENDACIÓN: aprovechemos esta situación de limpieza y silencio en nuestro escritorio para empezar a organizarlo a nuestro gusto y uso. El peor y más extendido error a la hora de iniciar una nueva vida en un escritorio libre es empezar volcando todo lo que teníamos en nuestro anterior escritorio, tal cual.
Para empezar, una buena idea es ubicar en el Escritorio sólo aquellas carpetas que queramos tener a la vista en el día a día. El resto mejor colgarlas directamente de la Carpeta personal, para mantener así el Escritorio más limpio.
Otro buen consejo es organizar nuestras carpetas por conceptos (trabajo, familia, viajes, hacienda...) en vez de tipos de archivos (fotos, textos, vídeos, hojas de cálculo...). Es obvio que si tenemos una carpeta "música" sus contenidos tendrán mayor porcentaje de archivos sonoros (ogg, mp3, etc) que la carpeta "contabilidad", pero eso no quita que en "música" tengamos también videoclips, letras de canciones, partituras, fotos de artistas y conciertos, etc.
Pero vamos, cada quien se organiza la casa a su gusto.
Una práctica recomendada cada vez más extendida es la ya mencionada organización horizontal de las carpetas, evitando múltiples niveles a la hora de crear subcarpetas de subcarpetas de subcarpetas de... Aunque el administrador de archivos de GNOME se denomine Nautilus, la idea es no tener que ir navegando por las profundidades de nuestra carpeta personal cual Capitán Nemo y sus 20.000 leguas. Si encontramos lo que buscamos en un par de saltos gracias a nuestra organización semántica de carpetas, bien. Si no, mejor ir directos al Buscador de archivos, que todo lo ve.
Una vez que tengamos creada una estructura básica de carpetas podemos empezar a poblarla, guardando nuevos archivos en ellas o moviendo allí archivos que tengamos en otras carpetas, discos, etc. Las acciones básicas para realizar estas tareas se basan en el conocido cortar (o copiar) y pegar. Estas acciones se pueden realizar mediante tres vías:
- Utilizando el menú contextual que, como hemos indicado, se despliega posando el puntero del ratón encima del archivo con el que deseemos operar y clicando la tecla derecha del ratón .
- Arrastrando y soltando el icono del archivo que deseemos mover o copiar, sujetándolo con la tecla izquierda del ratón desde su carpeta de origen hasta la de destino, o desde/hasta el escritorio. Simplemente arrastrando el icono movemos el archivo: desaparecerá de su carpeta de origen y aparecerá en la de destino. Si además mantenemos la tecla Ctrl pulsada, copiaremos el archivo teniéndolo en ambas carpetas. Más opciones disponibles utilizando la tecla del medio del ratón en vez de la izquierda.
- Mediante combinaciones de teclas que forman casi parte del vocabulario de muchos usuarios: Ctrl-x y Ctrl-c sirven para cortar y copiar, respectivamente, una vez que hemos seleccionado el archivo correspondiente. Ctrl-v pega el fichero cortado o copiado tras haber clicado la superficie de la carpeta o escritorio de destino.
Los tres sistemas funcionan igualmente con múltiples archivos seleccionados, permitiendo cortar. copiar, arrastrar y soltar/pegar varios elementos de una sola vez.
El Administrador de archivos
Casi todas las acciones que hemos estado describiendo se desarrollan encima del Administrador de archivos (originalmente denominado Nautilus y a veces traducido como Navegador de archivos). Si clicamos al icono de Carpeta personal ubicado en el escritorio, aparece el Administrador de archivos. Si seleccionamos cualquier ubicación en el menú de Lugares, aparece también. De hecho el fondo del escritorio está gestionado también desde el veterano compañero Nautilus.
Veamos qué información y funcionalidades nos aporta esta recurrida aplicación. Aquí tenemos:
- Los contenidos de la carpeta ocupan la parte central de la ventana. Los elementos seleccionados están marcados con un color diferente. Recordemos que podemos acceder a ellos clicándolos con la tecla izquierda del ratón, abrir su menú contextual con la tecla derecha, copiar o moverlos arrastrándolos con el ratón, etc.
- La barra principal nos ofrece las opciones básicas de navegación por las carpetas.
- El panel lateral nos muestra una lista de accesos directos a los Lugares básicos del sistema más los que hayamos añadido con Marcadores.
- La barra de dirección nos muestra cada nivel de profundidad en el árbol, para movernos entre niveles de forma cómoda. Toma como referencia inicial nuestra Carpeta personal, ofreciendo la posibilidad de ascender hasta el directorio raíz clicando a la flechita de la izquierda. Esta barra nos permite también visualizar los elementos de la carpeta como iconos o lista, incrementando o disminuyendo su tamaño, lo que resulta útil a la hora de visualizar elementos en carpetas repletas.
- La barra de estado nos muestra información adicional sobre el elemento seleccionado.
- La barra de menú nos permite acceder a más funcionalidades. Entre otras, conviene citar las siguientes ejemplos:
- En Archivo podemos conectar a servidores remotos vía FTP, SSH, WebDAV... Más sobre este tema en el siguiente capítulo Conecta (a) tu ordenador.
- En Editar tenemos las Preferencias donde podemos poner a punto la forma en que queremos que se comporte el Administrador, permitiéndonos múltiples opciones de organización y presentación de la información.
- En Ver podemos seleccionar la opción para Mostrar los ficheros ocultos que el sistema y las aplicaciones crean y manejan automáticamente (y en los que, insistimos, es mejor no husmear ni tocar).
- En Ir a tenemos una lista cronológica de los últimos Lugares por los que hemos pasado, útil para retroceder a una carpeta que nos consta que visitamos hace poco y no recordemos dónde se encuentra exactamente.
- En Marcadores podemos añadir Lugares al panel lateral. Simplemente hay que seleccionar Añadir un marcador cuando nos encontremos en la carpeta que deseemos marcar.
- Por último, Ayuda ofrece un manual de esta herramienta para quienes quieran profundizar en su uso.
Administración de propiedades
Clicando con la tecla derecha del ratón el icono de cualquier elemento del escritorio o de una carpeta se desplegará su correspondiente menú de contexto. Al final de este menú encontramos la opción Propiedades, que nos permite saber casi todo lo que se puede saber sobre el elemento seleccionado, así como realizar diversas tareas de administración relativas a dicho elemento.
Las opciones disponibles bajo las pestañas de Propiedades dependen del tipo de elemento y de los permisos de administración que dispongamos. Vamos a repasar las opciones que tiene el usuario único de un ordenador, y por tanto administrador de ese sistema:
- Básico nos ofrece la información básica relativa al elemnto seleccionado: tipo de archivo, tamaño, ubicación, fecha de modificación, etc. En esta pestaña podemos renombrar el elemento y asignarle un nuevo icono (hay multitud a escoger).
- Emblemas nos permite escoger pequeños gráficos que se superponen al icono y que nos sirven para tener a primera vista más información sobre el elemento seleccionado, o simplemente para decorarlo. Hay corazones, billetes, bombas, paquetes, estrellas, globos terráqueos...
- Permisos es una pestaña bastante técnica que en principio no es necesario que toquemos, a menos que estemos compartiendo un ordenador o una red con más usuarios. Más sobre este tema en el apartado Gestión de usuarios de este mismo capítulo.
- Abrir con aparece en los iconos de archivos y nos permite definir las aplicaciones con las que queremos abrir ese archivo y, de paso, todos los que sean de ese mismo tipo. En principio el sistema ya reconoce las aplicaciones instaladas que pueden abrir un archivo determinado, y cada vez que instalamos o desinstalamos una aplicación este registro se actualiza automáticamente. Aun así, podemos añadir o quitar aplicaciones manualmente y podemos marcar la aplicación que deseamos activar por defecto.
- Notas sirve para añadir comentarios o recordatorios sobre el elemento en cuestión, sin interferir en los contenidos del archivo, carpeta o aplicación.
Dependiendo del tipo de archivo pueden aparecer más pestañas como Imagen o Documento, conteniendo más información sobre el archivo.
Si nos manejamos cómodamente con las pestañas de Propiedades posiblemente haya llegado la hora de adaptar el escritorio a nuestros gustos y necesidades.
Sigue: Personalizar el escritorio